Cuando hablamos del fenómeno Psicosocial de una nación nos referimos a la conducta humana y su inserción en la sociedad, pero si nos referimos a sus gobernantes el accionar individual analizado desde los aspectos sociales se deben resaltar o rechazar ya que sus actuaciones son generadores de desarrollo o destrucción social. Este blog se creó para informar sobre el mover de la sociedad o un grupo en especial, que gestiona caos y miseria humana, refiriéndome a la carencia absoluta de la moral, a la miseria mental que es completamente diferente a la económica, ya que no interviene el elemento necesidad sino intención hacia una cautividad. Centra en las relaciones interpersonales y su medio que involucra todos los aspectos de la vida cotidiana y su relación directa sobre la psique del individuo; como lo que están realizando los grupos políticos de estas naciones latinoamericanas y por ende no escapa mi país Colombia, es como una pandemia o más bien una guerra de someter conciencias. Su método es usar el engaño por medio del uso de los sentimientos que florecen en el corazón de aquellos que claman justicia social y es que cuanto más evolucionado sea el principio que origina el acto, les dan lugar, a la falsedad o la simulación y el desprestigio. Por su malignidad emplean la razón, mayor gravedad posee conceptualmente el hecho. Ya que da lugar a que los actos sean de tipo emocional, inmediato y planificado por los políticos de turno, llámense de derecha, centro e izquierda. Pero no solamente emplean su astucia miserable si no su estilo de vida para ejemplarizar y culturizar; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad e inmoralidad sexual; no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican. Creando unas condiciones psicosociales desfavorables donde se origina un declive moral, apareciendo, determinadas conductas y actitudes inadecuadas en el desarrollo del ser humano y su familia, como de determinadas consecuencias perjudiciales para la salud y para el bienestar de la sociedad. Las consecuencias de desechar un código moral sagrado que gobierne las acciones de los individuos son mucho más graves de lo que la mayoría de la gente se da cuenta, tan graves como robar el erario. La humanidad está alerta por la corrupción de sus gobernantes, donde se encuentran denuncias de desfalcos y malversación, pero han sido flácidos en el comportamiento moral de estos, no les importa su estilo de vida, lo que les importa es que no roben mas. Lo cierto es que lo uno conlleva a lo otro a no tener integridad en su comportamiento por lo tanto seguiremos viendo desastrosos gobiernos.
En este caso voy hablar específicamente de mi país Colombia, pues recientemente se realizaron elecciones para alcaldes, gobernadores, concejales, diputados y ediles quienes estarán en sus cargos hasta el 2023. Dentro de sus planes de gobierno es combatir la corrupción, y que la mayoría de votantes que los eligieron tiene la esperanza de que se realice, esperanza que en cada periodo de elecciones se aviva con la ilusión de que por fin esta es. Lo cierto es que se ha padecido del flagelo de corrupción desde que se formo esta nación y cada año que pasa esta va en aumento. Actualmente, un informe de la Asociación de Examinadores de Fraude Certificado ha colocado a la nación como el tercer país más corrupto de la región de América Latina. Las áreas en las que se evidencia principalmente el fenómeno son bancos, entidades financieras, gobiernos e industrias manufactureras, las causas de la corrupción son la crisis de un sistema político, la falta de transparencia y la ausencia de instituciones sólidas. La crisis de un sistema político se debe a la falta de buena representación. Se evidencia en los niveles de corrupción, cuando los funcionarios públicos tienden a utilizar sus cargos para su propio beneficio o para devolver favores a las personas que colaboraron en sus campañas políticas. También, hay falta de transparencia en casi todas las decisiones políticas. Las personas que ocupan cargos públicos ignoran las necesidades de quienes los eligieron. Esta distancia genera una falta de control fiscalizador ciudadano sobre las acciones de sus representantes. Esto, como consecuencia, genera una ausencia de instituciones sólidas en la que aquellos que asumen cargos públicos, generalmente, solo buscan dinero, poder y prestigio. Esto muestra cómo la corrupción no es una prioridad para el sistema judicial, rara vez se denuncia y se juzga, el uso de poder es uno de los métodos más utilizados por políticos, yo te doy tú me das; muchas de las acciones se realizan “por debajo de la mesa”. Esto crea muchos cómplices dentro del sistema judicial; El Caso Moreno muestra como el fiscal anticorrupción es acusado por cargos de corrupción, el Caso Pinto, es un reflejo de cómo uno de los departamentos más pobres de Colombia la Guajira tiene, a su vez, uno de los gobiernos más corruptos. Alejandro Lyons es el exgobernador de Córdoba, quien confesó a las autoridades sobre la corrupción en su departamento, dando cuenta del robo de regalías gubernamentales a Córdoba y su participación en el Cartel de la Hemofilia. Este caso es un ejemplo de cómo las personas en posiciones de poder logran “salirse con la suya”. Lyons argumenta que la corrupción es el día a día en Colombia, lo que en su mente justifica sus acciones. Sin embargo, el gobierno solo le pide que devuelva la mitad de lo que pudieron probar que robó. Este tipo de acciones débiles, llevadas a cabo por la rama judicial, lejos de sentar precedente para que las personas se abstengan de cometer estos actos ilegales, animan al servidor público a seguir delinquiendo. La imagen corrupta y violenta de Colombia, de la cual ha estado intentando recuperarse por más de 50 años, ha generado que compañías multinacionales no se instalen e inviertan en las tantas áreas en las que Colombia no explota, debido a carencia de dinero y otros factores políticos importantes como la corrupción. No obstante, en febrero del 2016, se aprobó la ley “Antisoborno Trasnacional” con el fin de generar confianza nuevamente en aquellos foráneos que deciden invertir. Según Darío Valencia Restrepo, quien utilizó el método del coeficiente de gini, encontró que Colombia, actualmente, es uno de los peores re-distribuidores de riqueza del mundo. Los funcionarios públicos corruptos toman dinero de los pobres mediante malversaciones de dineros destinados a fundaciones u obras públicas, lo que amplía el alcance de la pobreza extrema. Por último, la autoridad, debido a la corrupción, carece de orden e integridad ética. Esto se ve evidenciado en aquellas autoridades públicas que permiten sobornos. Y como si esto fuera poco, para colmo de males se ha ido incrementando la pérdida de valores y las buenas costumbres “la inmoralidad sexual, libertinaje de sus gobernantes pululan y lo peor es que ya es pública y de ejemplo para la sociedad. Algunos aplauden y consiente ese estilo de vida, lo único que esperan es que mejore la situación económica del país, sin importar lo demás. El mundo necesita gobernantes con autoridad moral. Las simientes de odio son tan fuertes que la violencia prolifera por doquier parte del planeta. Todo está como muy convulso. Fruto de este malestar, que domina y enjaula el propio hábitat humano, germina un cúmulo de trastornos de salud mental como jamás se ha producido en otras épocas. Ahora bien, no tenemos que ser fatalistas con respecto a nada, todo en el fondo es previsible y prevenible. Es cuestión de poner remedio, indudablemente, hemos de ser más respetuosos para comportarnos, no sólo en la vida privada sino también en lo público, con mayor razón aquellos que representan al gobierno.
Le preguntaron
a cierto personaje hindú cuáles son los factores que destruyen al ser humano. Y
él respondió: la política sin principio, el placer sin compromiso, la riqueza
sin trabajo, la sabiduría sin carácter, los negocios sin moral, la ciencia sin
humanidad y la oración sin caridad. Pero este personaje “Gandhi” su
comportamiento sexual era inmoral. Se supone que la política es una ciencia y
una rama de la ética, orientada al ordenamiento de la sociedad ejercida en
forma libre. Pero, ¿tiene la mayoría de nuestros políticos moral, principios? Cómo
entender al político, imposible… Desde "El Príncipe" de Maquiavelo,
donde "el fin justificaba los medios" –siempre que lo posible sirva
al interés general– a nuestros tiempos, en la serie "House of Cards"
uno puede ver cómo la "política sin principios" destruye al ser
humano. Será posible que existan algunos centenares o hasta miles de
compatriotas ingenuos, desinformados o apáticos, entre los colombianos. La
verdadera catástrofe del país está sucediendo en cada uno de los hogares
colombianos y en cada una de las aulas académicas. Es allí en donde se forman
los futuros gobernantes, por eso se caen los edificios, colapsan los puentes y
se desbordan los diques que contienen las inundaciones. Nuestra educación
produce cotidianamente miles de Mocoas, hidro-Ituangos y muchos horrores más
grandes que toda la corrupción que se apropia del presupuesto nacional, crímenes,
violaciones, violencia intrafamiliar, abuso sexual, inmoralidad sexual y promiscuidad
en las parejas. Pero es más grave la carencia ética y de la moral de
nuestra ciudadanía, y no se trata del efecto perverso generado por la voluntad
de los gobernantes sino la respuesta al maltrato y abandono recibido desde la
familia, se trata del resultado de un proceso de formación moral por el
desconocimiento o irresponsabilidad de los padres en inculcar y dar ejemplo a sus
hijos, este es un país de extremos, religiosos o libertinos.
Por último,
vamos en camino de la destrucción como nación, familia y sociedad. ¿Por qué caen
las naciones? Los más grandes imperios del pasado, llegando hasta el último,
todos han colapsado. La historia a atribuyen el colapso de las diversas
civilizaciones a la enfermedad, el cambio climático, las estadísticas
demográficas, la corrupción política, la inmigración masiva, el estancamiento
económico, la inferioridad tecnológica y/o la invasión extranjera. Pero son las
armas, las ciencias aplicadas y los trabajos la forma de hacer invencible a una
civilización? Muchas personas hoy aparentemente piensan eso.
Lo cierto es que ¿Podría Estados Unidos caer?
¿Podría Gran Bretaña caer? estaban creciendo en poder en la escena
mundial. Contra ese telón de fondo, muchos grandes estadistas debatían la causa
raíz detrás del ascenso y caída de los imperios. ¿O son nuestras sociedades
demasiado modernas, demasiado sofisticadas, demasiado informadas para un
cataclismo así? Lo que se ve es que fundamentalmente, será debido a la
falta de moral. Un año antes de que la Constitución de Estado Unidos fuese
ratificada, Edward Gibbon publicó el último volumen de La historia del
declive y la caída del Imperio Romano. Gibbon identificó cinco causas
importantes detrás de la caída de uno de los mayores imperios de la historia.
Las estadísticas demográficas decayentes no constituyeron la lista, ni tampoco su
poder militar, ni lo económico. Su
primer factor fundamental fue la ruptura de la familia. Luego él listó el
incremento en los impuestos, un deseo insaciable de placer (homosexualismo,
lesbianismo), una acumulación insostenible de armamentos, y el sincretismo
religioso. Según Gibbon, la causa raíz del colapso de las
sociedades griega y romana fue su
pérdida de virtud cívica y de moralidad individual. Gibbon creía
que las leyes de la moralidad eran tan invariables como las leyes de las
matemáticas y la física.
El estadista inglés Edmund Burke, colega de Gibbon,
frecuentemente es llamado el padre del conservatismo moderno. Él resumió sus
creencias acerca de la moralidad en una carta a los alguaciles de Bristol en
1777 así, “Todos los que alguna vez han escrito sobre gobierno son anónimos,
que entre un pueblo generalmente corrupto, la libertad ya no puede existir”. Gibbon,
Burke y Washington creyeron que los salvaguardias de la sociedad no eran las
legiones militares ni los mercaderes productivos ni los consumidores prósperos
sino la moral elevada y la religión sincera. Sin embargo, la
mayoría de políticos y educadores actuales rechazan esta creencia. Ellos dicen
que lo que la gente hace en la privacidad de sus hogares no tiene conexión con
la seguridad nacional.
La revista de noticias Trompeta y su
predecesor, la Pura Verdad, han publicado desde 1934 que Gran Bretaña y Estados
Unidos experimentarán un colapso más devastador que la caída de Roma. Esto se
debe a que estas naciones han rechazado el fundamento de la estabilidad
nacional, las leyes de la moralidad, los mandamientos de Dios..
Durante la revolución sexual de la década de 1960,
una juez de la Corte Suprema de Estados Unidos dijo que era imposible definir
el carácter. Ésa fue una divergencia radical de lo que creían las generaciones
anteriores, ellos sabían lo que significaba carácter. Hay una causa para cada
efecto. Las 10 leyes delineadas en estos mandamientos causan prosperidad política.
Al menos, eso es lo que el segundo presidente de Estados Unidos creía. John
Adams le escribió en una carta a Thomas Jefferson que, “Los Diez Mandamientos y
el Sermón del Monte contienen mi religión”.
la sociedad en general mantenía en sus ciudadanos,
sus familias y sus líderes un elevado estándar moral, el estándar moral de la
Santa Biblia. Y muchos de ellos creían que sólo si la mayoría de sus familias
temían a Dios y eran obedientes y fieles sus naciones podrían sobrevivir.
En El carácter de las naciones, Angelo
Codevilla escribió que había una fuerte tendencia entre los primeros
norteamericanos “de equipararse con los hijos de Israel”. Era por eso que
estudiaban la Biblia. Era por eso que buscaban obedecer los Diez Mandamientos.
Era por eso que sus hijos aprendían las historias de cuando Israel antiguo se
volvía al pecado y sufría la invasión, y cuando volvía a Dios y era liberada.
En ningún otro lugar en el mundo existía la noción tan difundida de Dios como Legislador
moral, sea que ellos se dieran cuenta o no, las familias de las naciones de
habla inglesa estaban siguiendo el modelo de los mandatos de la Santa Biblia.
Esta fuerte estructura familiar producía hijos
virtuosos. Estos niños crecían con la orientación de ser padres, madres,
maestros, ministros, jueces, ingenieros, oradores y estadistas justos.
Los legisladores entendían la conexión entre la
ruptura familiar y los problemas de la sociedad como el alcoholismo, homosexualidad,
la adicción a las drogas, la adicción a los beneficios sociales, la
delincuencia y el crimen violento. Ellos creían en la Biblia cuando esta
afirmaba que sólo las naciones que obedecen las leyes morales de Dios eran
bendecidas.
Alrededor del cambio del siglo xx, los
educadores en Estados Unidos y la Mancomunidad Británica comenzaron a rechazar
la idea de que las leyes de la moralidad son eternas e invariables. Mientras la
hipótesis evolucionaria tomaba raíz en la conciencia pública, la gente llegó a
creer que lo que era correcto en el pasado podría no ser correcto ahora.
Mandamientos como “honra a tu padre y a tu madre” y “no cometerás adulterio”
comenzaron a sonar pasados de moda. La gente abandonó la moralidad del Dios
eterno. Ellos aceptaron la moralidad en evolución de Charles Darwin y Sigmund
Freud. El paisaje moral del mundo actual está ahora totalmente transformado.
Antes de 1912, un estimado de más del 80 por ciento
de las novias entra al matrimonio siendo vírgenes. Hoy, sólo un 3 por ciento
espera hasta el matrimonio para tener sexo. Muchas personas celebran tales
estadísticas como una victoria cultural. Pero la aceptación difundida del sexo
prematrimonial condujo a niveles epidémicos de nacimientos fuera del
matrimonio. En Estados Unidos de hoy, el 40 por ciento de los bebés nacen de
mujeres solteras. Si las tendencias actuales continúan, en Gran Bretaña, hacia
el 2025 la mayoría de los bebés nacerán fuera del matrimonio. Tal ruptura
de las familias es la consecuencia inevitable de quebrantar los Diez
Mandamientos. La aceptación creciente de la pornografía y el sexo premarital ha
socavado los matrimonios que una vez mantuvieron juntas a las familias. Esto ha
avivado el rápido incremento del divorcio.
¿El resultado? Un tercio de los niños
estadounidenses crecen sin su padre biológico. Gran Bretaña tiene la más alta
proporción de niños criados en familias con un solo padre de cualquier nación
europea importante. La gente puede argumentar que estos niños no son
peores. Pero los hechos prueban lo contrario. Los niños que crecen sin una
figura paterna tienen cuatro veces más posibilidad de ser caer en
homosexualismo y en la pobreza, nueve veces más posibilidad de abandonar la
escuela, 11 veces más posibilidad de cometer crímenes violentos, y 20 veces más
posibilidad de ser arrestados. Hay un vínculo directo entre la ruptura de las
familias y los problemas importantes de la sociedad (infográfico, página 18).
No es coincidencia que la tasa per capita de crimen violento se haya duplicado
en Estados Unidos desde 1960, y el porcentaje de estadounidenses que viven en
un hogar que recibe alguna forma de beneficios sociales de estudio
socioeconómico también se haya duplicado.
El historiador financiero Niall Ferguson ha advertido
que los imperios usualmente se desintegran cuando los costos de pagar su deuda
exceden el costo por defender sus fronteras. Esto fue cierto de Roma. Más
recientemente, fue verdad de la Unión Soviética. Para citar a John Adams, “Los cimientos de la
moralidad nacional deben ser puestos en las familias privadas”. Se requieren familias fuertes para producir
ciudadanos honorables capaces de proveer para sí mismos. Cuando una nación
comienza más bien a esperar que su gobierno le provea estará en el camino del
colapso de la sociedad. La ruptura familiar produjo la caída de Grecia, Roma. Y está produciendo la caída de
Gran Bretaña y Estados Unidos hoy.
En tiempos de Gibbon, Estados Unidos y el Imperio
Británico tenían leyes contra el comportamiento homosexual. La sodomía era
considerada como el último síntoma de una cultura moribunda. La edición de 1833
de la Enciclopedia Británica se refiere a ésta como “el crimen sin nombre
que fue la desgracia de la civilización griega y romana”. Hoy tal declaración
es ridiculizada como fanatismo sin importar si haya sido verdad o no.
Noah Webster frecuentemente es llamado el padre de
la escolaridad y la educación en Estados Unidos. En la primera edición de su
famoso Diccionario de Webster, él definió sodomía como “un
crimen contra la naturaleza”. Antes de 1962, cada Estado estadounidense
consideraba la sodomía como un delito. Y antes de 1973, la Asociación
Psicológica Estadounidense consideraba la homosexualidad como un desorden
mental.
Pero en la década de 1970, la oposición pública a
la homosexualidad en Estados Unidos y Gran Bretaña comenzó a desvanecerse.
Mientras la sociedad aceptaba la noción de que la
moralidad es subjetiva, los filósofos de la evolución difundían la idea de que
la fornicación, el adulterio y la homosexualidad y aun la pedofilia no eran
malos. Éstos eran resultados naturales del proceso evolutivo.
Sin padres masculinos ni madres femeninas que
enseñaran a los niños acerca de los papeles del sexo, la confusión de géneros “ideología
del Genero” alcanzó una nueva altura en el 2014. Ese fue el año en que el
Parlamento Británico legalizó el “matrimonio” homosexual. La Corte Suprema de
Estados Unidos siguió un pleito un año después. Estos cambios señalaron una nueva era, una era
donde el matrimonio no fue definido como una sociedad divinamente sancionada
entre un hombre y una mujer; una era donde el matrimonio podría definirse como
cualquier relación sexual entre compañeros que consintieran con ésta. En lugar de ver la homosexualidad como un delito en
contra de la sociedad, la mayoría en Estados Unidos y Gran Bretaña ahora
consideran la homosexualidad como un derecho.
Algunos van aún más lejos y afirman que la familia
tradicional es la que es dañina, que su estructura misma es un tipo de
esclavitud de mujeres y niños. Los hogares rotos y los hijos ilegítimos ahora son
tan comunes que se considera insensible siquiera sugerir que tales individuos
pueden estar en desventaja. En lugar de aceptar la noción de que la sociedad no
está cumpliendo con el estándar bíblico, la sociedad ha cambiado el estándar.
El fracaso virtualmente anónimo en seguir la fórmula de las Escrituras para el
éxito familiar ha resultado en una redefinición del matrimonio y la
familia. Hoy, la mayoría de la gente rechaza la ley de causa y efecto. Ellos
piensan que la sociedad puede descartar el matrimonio y la familia y no sufrir
ninguna consecuencia. ¡Pero tanto la Biblia como la historia secular muestran
cuáles serán los frutos de la ruptura familiar!
Le hemos dado aceptación pública a la mal llamada
‘nueva moralidad’, El derecho al libre desarrollo de la personalidad
¡la cual es inmoralidad total! Le hemos dado aceptación pública a la
homosexualidad, el sexo prematrimonial y la perversión. Hemos contaminado la
institución sagrada del matrimonio, y por medio de una tasa de divorcio
constantemente creciente hemos iniciado una trayectoria de destruir el hogar y
la relación de la familia, el fundamento de cualquier sociedad estable”. Debería ser claros para todos los que creen las
lecciones de historia antigua que la decadencia moral ha puesto a Estados
Unidos y Gran Bretaña en el camino del colapso de la sociedad.; Colombia y Suramérica
no está ajena a esta desgracia, están siendo culturizados, catástrofe y aniquilación
nos espera en el futuro. Pero la profecía bíblica hace aún más claro que éste
es el resultado inevitable de nuestro actual rumbo de inmoralidad.
Actualmente, Dios está permitiéndoles a los humanos
que desarrollen sus propias formas de vida que son contrarias a Sus leyes. Él
está permitiendo que cosechemos las consecuencias naturales que resultan de
esos caminos. Pero las Escrituras registran que Dios ha comenzado a intervenir
y castigar a Israel actual con siete veces más intensidad de castigo sobre
nosotros. Levítico 26 es llamado el capítulo de las bendiciones y las
maldiciones. Éste profetiza lo que les sucederá a las naciones de Israel,
principalmente Estados Unidos y Gran Bretaña actuales. Si obedecen las leyes de
Dios, bendiciones; y si desobedecen, maldiciones.
“Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos
mis mandamientos (…) Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante
de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y
huiréis sin que haya quien os persiga” (versículos 14, 17). Sí, ¡el gran Dios
realmente dijo que Él pondría Su “rostro contra” nuestras naciones por nuestra
rebelión!
“Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré
a castigaros siete veces más por vuestros pecados. Y quebrantaré la soberbia de
vuestro orgullo” (versículo 18-19). Si desobedecemos, Dios promete quebrantar
la soberbia de nuestro orgullo. Vea la historia de Israel antiguo y verá que
nuestras naciones hoy están siguiendo el mismo rumbo.
Antiguamente, después que la moral de los
israelitas declinó hasta el punto del derretimiento de la sociedad, ¡Dios
permitió que el Imperio Asirio se los llevara cautivos! ¡Muchas profecías
muestran que el mismo destino le aguarda a nuestras naciones en este tiempo del
fin! Dios permitirá una vez más que una nación extranjera castigue a los
pueblos que se olvidaron de Dios debido a muchos pecados. Para los griegos la
inmoralidad sexual era aceptada La más extendida forma de relación sexual
homosexual se daba entre hombres adultos y jóvenes adolescentes,
conocida como pederastia 'amor de niño' No está claro cómo se veían las
relaciones entre mujeres en la sociedad, pero existen ejemplos tan
antiguos como el de Safo de Lesbos. La sociedad griega no distinguía el
deseo o comportamiento sexual por el sexo biológico de quienes
participaran, sino por cuánto se adaptaba dicho deseo o comportamiento a las
normas sociales. Cuando se habla de la homosexualidad en los ejércitos de
la antigua Grecia se menciona principalmente a la tropa sagrada tebana pero
ésta no es el único ejemplo de prácticas homoeróticas u homosexuales entre
los militares de los ejércitos griegos. Eran frecuentemente
utilizadas tanto en el adiestramiento y entrenamiento militar, como para
mantener la moral y fortalecer los lazos y el espíritu de combate de la tropa
en tiempos de guerra. En el período helenístico (323 a. C.-146 a. C.) Este
período comienza con la muerte de Alejandro Magno y termina con la
conquista romana tras la batalla de Corinto (146 a. C.).
Reitero, la responsabilidad no radica en el Estado,
y sus políticos. Radica en toda la sociedad que elige y acepta las propuestas
engañosas que han generado una sociedad
desigual y desarrollo inequitativo, sus prácticas inmorales que se reflejan en su
administración corrompida; política educativa mediocre y carente de pertinencia
para generar progreso, democracia, justicia y bienestar.
Estamos en un círculo vicioso en el que todos somos
culpables y responsables de lo que nos ocurre. Pero, quienes votamos, seguimos
eligiendo los mismos dirigentes, los mismos partidos, los mismos programas y
haciendo cada cual las mismas prácticas, mientras en el otro extremo, la
inmensa masa de la población colombiana (más del 60% del electorado potencialmente
habilitado para sufragar), mantiene una actitud apática e irresponsable al no
asumir su compromiso: “sólo participando, estaremos produciendo el camino que
la nación necesita”.
Si no tenemos el valor civil para elegir, por el
ejemplo, por lo menos empecemos por formar a nuestros hijos construyendo
hogares de respeto y comprensión en que los actos tengan más valor que las
palabras, y el afecto sea un incentivo más poderoso que la fuerza, la rabia y
el enojo, a la hora de corregir. Donde la palabra ‘padre’ no signifique
violencia, ni el amor sea sinónimo de permisividad o carencia de autoridad. En
fin, un hogar en el que el dialogo y los argumentos reemplacen a los gritos y
los golpes, en donde austeridad no signifique miseria, ni la responsabilidad se
confunda con el despilfarro. Hacer de esta verdad un aprendizaje interiorizado
por todos y cada uno de los colombianos, y lograr moverlos a actuar en
consecuencia, constituye la diferencia entre la situación actual y la
posibilidad real de transformar a Colombia.
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