Tema: sociopolítico
por:Carlos
A Venegas M.-psicólogo
La Pandemia aflora
en alma humana
Esta nota la inició con la frase "No
existe una pandemia, sino dos" a lo que me refiero es que
esta plaga se mostró en esta crisis mundial que para muchos estaba
desapercibida, pero que está latente en el corazón humano, una epidemia
que brota, que aparece por medio de nuestra alma "corrupción". Transcribo algunos apartes de la entrevista
que hizo la BBC News Mundo al Premio Nobel de Economía en
2013, Robert Shiller. Cuando recibió el Premio, lo describen como un
innovador que logró incorporar elementos de la psicología en la investigación económica y un pionero en el análisis de la volatilidad
del mercado financiero, los precios de los activos y las burbujas
especulativas. Cuando le formularon que la mayor parte de la gente piensa
que no hay un paralelo entre la crisis económica a raíz de esta pandemia
con la Gran Depresión porque esta fue causada por errores humanos, más que por
un evento externo. Su respuesta; piensa que primero que todo el miedo que
tenemos en este evento puede durar más tiempo que la que duro con la Gran
Depresión, así como su impacto en nuestro pensamiento y psicología. A hora no
es incorrecto mirar a la Gran Depresión como un indicador, ya que al no estar
preparados para enfrentarla es cierto que se puede contemplar errores
humanos. Y le preguntan ¿Cuáles son las mayores similitudes entre lo que
estamos viviendo ahora y lo que ocurrió con la caída de la bolsa en 1929? La gente experimenta lo que los
psicólogos llaman la "heurística de la afectividad", un concepto acuñado por Paul Slovic, que dice que
las personas toman decisiones con base en
eventos que les provocan temor. La
gente tiene una inclinación natural a exagerar el riesgo. Y descubrimos que
después de eventos negativos, como un terremoto, se acelera la tendencia al
miedo de un colapso financiero. El evento de la pandemia es un perfecto ejemplo de heurística de la afectividad. Para la mayoría es un evento relacionado con
quedarse en casa por el miedo a una enfermedad que ha matado a mucha
gente.
En su último libro, Economía narrativa: cómo las historias se vuelven virales y conducen
los principales eventos económicos, Robert Shiller explica cómo las historias que contamos
influyen o impulsan eventos económicos. Al preguntarle; ¿Cómo funciona esto en
el contexto de la pandemia? El
tema de la pandemia está en todas partes, así como las narrativas sobre
las respuestas a la pandemia, como por ejemplo, si los gobiernos están haciendo
o no están haciendo un buen trabajo. ¿Qué efectos tiene esta narrativa? Tiene
malos y buenos efectos. Uno es que nos hace tener miedo, porque vemos el miedo
que tienen otras personas cuando hablan sobre el tema. Eso ayuda a exagerar
nuestros miedos. Lo vemos, por ejemplo, cuando se produce una burbuja negativa
en la bolsa de valores. La gente ve que los precios caen y tratando de
descubrir por qué, comienza a amplificar historias que explican el declive. Las historias se
difunden y los precios vuelven a caer una y otra vez. Siguiendo ese argumento,
usted dice que no existe una pandemia, sino dos. La pandemia de covid-19 y la pandemia de la ansiedad financiera
por las consecuencias económicas que puede tener la primera. ¿Cómo se
interrelacionan estas dos pandemias?, ¿no son acaso dos caras de una misma
moneda? La intensidad de la reacción frente a la crisis de covid-19 es en parte
lógica. Muchos países han implementado políticas para quedarse en casa o
cuarentenas. Eso es una causa real que afecta a la economía. Pero al mismo
tiempo, hay un aspecto psicológico que genera miedo y ansiedad. Se crea un
estado de ánimo ansioso y esa ansiedad es una epidemia en sí misma, no es una
respuesta racional a las noticias, por eso digo que hay dos pandemias. Los
científicos y los gobiernos están lidiando con la pandemia de covid-19. ¿Pero
cómo se pueden manejar los efectos de la pandemia de ansiedad financiera? Desafortunadamente
es un problema difícil porque los gobiernos no pueden controlar la ansiedad
pública. Usted ha dicho que la pandemia podría abrir una
oportunidad para disminuir la desigualdad, pero otros economistas son más
escépticos. ¿Qué lo hace sentirse
optimista en ese sentido? No conozco el futuro. La desigualdad podría
crecer. Ha estado creciendo por algún tiempo. Esto es como una situación de
guerra. En esta ocasión, estamos todos del mismo lado. Todos los países del
mundo están del mismo lado en esta guerra. ¿La
pandemia se produce en un momento de división donde los gobiernos populistas en
el mundo están defendiendo diferencias étnicas y religiosas? Dice; Entonces, podría ser un cambio
bienvenido. ¿Eso no necesariamente
provoca una disminución de la desigualdad? Supongo que podría haber algunas
mejoras en programas sociales. Hemos visto cómo los menos favorecidos han sufrido durante la pandemia. Podría haber
mejoras en el sistema de redistribución, progresividad en el sistema de
impuestos en el mundo y los servicios que se ofrecen al público, como el
sistema de salud y la educación. Por último le preguntan; Más allá de la pandemia,
¿hay otras narrativas que le preocupen? Hay otros problemas que han quedado de
alguna manera cubiertos por la gigantesca atención que le hemos prestado a la
pandemia. Hay otra narrativa que es preocupante….., dejemos esta
nota. Si hay algo que debemos admitir sobre la actual crisis del COVID-19 es que estamos siendo testigos de comportamientos de gran interés psicológico por la crisis económica global además del aislamiento social.
Digo que el concepto de este contagio social es más que las personas que toman decisiones con base en eventos que les provocan temor, no es del todo la ansiedad financiera. Es lo que hay en el corazón del ser humano como lo indique al inicio de esta nota; se manifiesta como una plaga que brota, que aparece por medio de nuestra alma y que está latente en nuestro corazón y se llama, ¡corrupción! Lo cierto es que este fenómeno está extendiéndose en todas las naciones ¡corrupción!
de acuerdo a la historia los gobiernos han caído por la
seducción de un espíritu llamado corrupción, desde la conformación de estas naciones y en especial América Latina.
Mirando desde otro punto vista en un informe del Banco Mundial advirtió que la
pandemia de covid-19 causará la mayor crisis económica mundial desde por lo menos 1870 y amenaza con provocar un
aumento drástico en los niveles de pobreza en todo el mundo, como también en su
momento la declaratoria del coronavirus
como pandemia por la OMS cuando
lamentablemente ya era tarde para frenar, era previsible, en mi criterio y
sin caer en teoría de la conspiración esta dos organizaciones tienen que ver
con la actual crisis, se puede dar como cierto en que fue planeada. Es posible, como casualidad es un libro escrito en 1981 describe el origen de una pandemia en Wuhan, que una "futuróloga"Sylvia Browne para más señas dejara escrito que una enfermedad grave similar a la neumonía se extendería por todo el mundo en 2020 y que podemos decir de la reunión llamada Event 201 en Octubre 2019; el nombre nace del crecimiento numérico de sucesos epidémicos vividos en los últimos años, que asciende a 200 anuales. Los organizadores fueron Centro Johns Hopkins para la seguridad de la salud, en asociación con el foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates.
La corrupción desde una perspectiva psicológica es
un fenómeno lamentablemente en boga y frecuente en cierto sectores, como sociopolítico
y el mundo empresarial y financiero. Es una práctica sistemática en la que
pervertir, depravar y sobornar se convierten en el modus operandi del corrupto en
perjuicio de terceros y del interés colectivo de la ciudadanía. Hay una serie
de factores psicosociales que son
inherentes a la corrupción tales como; La tendencia a identificar el éxito
con el dinero, la prevalencia de la moral heterónoma (Es la que nos manda hacer algo por principios ajenos a mí y cuya
voluntad nace de un extraño externo a mí por consiguiente la voluntad o maldad
de mi acción no depende de mí.) sobre la moral autónoma (Es aquella que manda actuar por mi propia
voluntad o según mi conciencia basada en la moral universal como moralmente bueno, es
equivalente a si Dios Jehová lo ordena . Lo que es moral está
determinado por los mandamientos de Dios Jehová, una persona sea moral debe seguir
los mandamientos de Dios Jehová), la falta de conciencia por
parte de la población de que los bienes públicos, que aseguran el bienestar
social, se consiguen a través del esfuerzo de todos y deben ser respetados. El acostumbramiento
a la corrupción por parte de la población y a aceptar la misma como algo
normal ante la aparente impunidad que exhiben quienes ostentan el poder y
delinquen, circunstancia que les predispone a delinquir tal cual hacen los
poderosos. Todo ello contribuye a que los miembros de la sociedad interioricen
una percepción subconsciente de que defraudar es algo lícito y aceptable. Surge
de este modo una tolerancia y benevolencia ante la corrupción así
como una falta de conciencia y una desmotivación social para cumplir
las leyes así como una predisposición a defraudar siempre que sea posible y se
minimice el riesgo de ser descubierto. Psicopatológicamente, podemos englobar a los corruptos en dos grandes grupos: Corrupto narcisista. Están
convencidos de que son superiores, se caracterizan por un patrón de
grandiosidad, necesitan ser admirados y carecen de empatía para conectar
emocionalmente con los demás. Corrupto
antisocial. Sienten necesidad de mostrar su superioridad, son manipuladores
y explotadores, violan sistemáticamente los derechos del otro y son propensos a
cometer actos delictivos. No aceptan la culpa de los delitos que cometen y,
aunque quizás lleguen a sentir vergüenza al verse expuestos al escarnio
público, nunca dan muestras de arrepentimiento. Tú no puedes ser amigo de gobernantes corruptos,
que violan la ley y hacen planes malvados. Salmos 94:20.
continua..
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