Por:Carlos A Venegas M.Ps.
Psicosocial.

Con tristeza me ha tocado dejar la
ciudad capital de nuestro bello país, no por la pandemia propiamente dicho sino debido a la situación que estamos viviendo por la pandemia, los
confinamientos que tenemos que soportar han hecho ver la realidad de sus
habitantes que se ve refleja de un entorno; desempleo, miseria, criminalidad y
el caos administrativo a causa de la codicia de los más pudientes está
deteriorando la moral y el estado de salud mental de sus habitantes y es que un
fruto podrido sino se saca daña el conjunto de los demás frutos (Colombia).
Lamentablemente se ha asumido mal
comportamiento en la gran mayoría de sus habitantes en aras de la supervivencia
urbana, principalmente por la
sobrepoblación en esta ciudad; a partir de la migración interna que ha
caracterizado principalmente el desplazamiento de diferentes grupos de
población en nuestro país durante los últimos decenios. Pero que lo ha causado? el control político de sus gobernantes y no es de ahora sino desde que se conformó
como república.
Desde hace un siglo para acá el gobierno central ha venido trabajando
en ver la ciudad como ciudad metropolitana lo cual ha hecho que se vuelva invivible, “cada quien
hace lo que mejor le parezca”, y se debe en gran parte al despotismo de sus
autoridades y apatía en sus gobernantes
por el bien de la ciudad.
Conformada por quien los habitan se refleja una doble
moral, lo irónico es que se ha mencionado como el primer modelo integral que
permite hacer una medición del bienestar de las personas de forma independiente
y complementaria a las medidas económicas, además, es la primera ciudad del
mundo en donde se lleva a cabo esta tarea Índice de Progreso Social (IPS) para
Bogotá y sus localidades. Pero no se ha llevado a realizar en terreno, se ha
quedado en el papel.

Es una ciudad que nadie quiere, no
hay sentido de pertenencia por sus
habitantes, hoy no se encuentran verdaderos bogotanos; son escasos como es la
honradez y la integridad, debido afluencia de personas de otras regiones además
inmigración (éxodo) venezolanos, ha
hecho que Bogotá hoy sea una ciudad poblada por la gran mayoría de desplazados
y no de bogotanos que buscan oportunidades para sobrevivir como sea, además de
que han incluido otras regiones cercanas con el anhelo de verla como una metrópolis
por extensión; como área metropolitana la Sabana de Bogotá.
A qué se debe
este éxodo que ha causado sobrepoblación
urbana? Esta sobrepoblación se debe a lo que llamó maldita “centralización del gobierno” Se ha seguido
una herencia por los gobiernos de turno, sus políticos que representa los
poderes legislativo y
ejecutivo, si hojeamos la historia esa semilla se sembró en el corazón
de los colombianos por nuestros famosos “padres de la patria” La guerra
civil entre los años 1812 y 1815
entre centralistas y federalistas fue una sucesión de
enfrentamientos armados que se ha ido heredando como república (este país se
fundó entre las discordias, codicia y violencia). Este fue el abono que se
utilizó para ver hoy en día el fracaso de sus gobernantes, con abundancia de
cosecha en la ciudad de Bogotá, fruto de maldición y corrupción, donde se ha visto un desordenado desarrollo administrativo distrital de la mayoría de alcaldes que ha tenido esta ciudad, raya en la improvisación y corrupción.
Las consecuencias de sobrepoblación a generando caos en lo urbanístico, en lo social y en la salud pública. Independientemente de los logros que tenga” como
lo afirmó la Comisión del Crecimiento y el Desarrollo Económico en 2008,
esta política centralista
lo que ha hecho es frenar el desarrollo de las otras regiones de este
país generando más violencia dada la desigualdad social y un deficiente desarrollo en cada región y que por consiguiente se centra mayormente en la ciudad de Bogotá. Salomón Kalmanovitz profesor emérito de
Utadeo, expuso la raíz del problema de sus gobernantes, el país ha vivido el
autoritarismo del poder Ejecutivo,
condenando a las regiones a la dependencia administrativa, política y económica.
Pensamiento que se comparte parcialmente, hoy en día es el poder legislativo (Congreso
de la República (Senado y Cámara de Representantes). ... tienen el mayor control del estado. Pese a que la Constitución de 1991 dio un giro hacia la descentralización,
los últimos gobiernos han debilitado este proceso.
La pregunta es; que se
vislumbra en un futuro no lejano la ciudad de Bogotá? en el pasado con cierto orgullo era “Atenas
suramericana” pero que en la actualidad según una encuesta realizada por la agencia de noticias
Associated Press, Bogotá sería la ciudad más peligrosa del
continente americano, en donde hoy se presentan cerca de 5,65 homicidios por
cada 10.000 habitantes según los datos obtenidos por el diario El Tiempo.
En lo que le concerniente a la ciudad de
Bogotá la política centralista de sus gobernantes ha ido formando a las castas políticas en esclavos de la codicia y hambrientos de poder, con su
actitud están reafirmando en centralizar más municipios aledaños con el tiempo,
ya que el gobierno Distrito Capital goza de autonomía para la gestión
de sus intereses dentro de los límites de la “Constitución y la ley”. Ese centralismo administrativo se presta para sus intereses de mantener
su infraestructura organizacional que en su mayoría es inmoral y corrupta con el propósito de enriquecimiento de sus castas políticas es decir sus
colonias al servicio de sus intereses personales. Y por si acaso dudan revisemos cómo están
administradas las veinte localidades. Aunque repasando la historia inicialmente
dichas localidades conservaron parte de su autonomía, aprobado por ese
entonces por el gobierno de Gustavo
Rojas Pinilla; Usaquén, Suba, Fontibón, Engativá (parte del cual luego fue
anexado a Fontibón), Bosa y Usme (del que luego se
segregó Tunjuelito al quedar totalmente unida a la ciudad), de las
veinte localidades definidas, diecinueve parten a la ciudad (sin haber un orden urbanístico), y una zona rural adyacente como Sumapaz, donde no
tiene sentido que pertenezca a la ciudad capital como si lo es Soacha que es el único
municipio cuyo casco urbano está completamente integrado a la ciudad Bogotá
pero que no participa como localidad. Cuando se creó el Distrito Especial
de Bogotá en 1955, parte de su objetivo era integrar y funcionar como
la futura área metropolitana de Bogotá integraron inicialmente estos municipios
y gobernadas "aparentemente" por las alcaldías locales, desde entonces se ha venido el caos
administrativo a estas regiones, afectando lo urbanístico, social y de salud pública a la ciudad capital, "la ciudad de nadie".
Que les falta? en
que se considera como área
metropolitana la Sabana de Bogotá como es Soacha, Mosquera, Funza,
Madrid, Chía, Cajicá, Cota, La Calera, Tenjo, Tabio, Sibaté, Zipaquirá y Facatativá (en
el censo de 2005, el DANE adiciona a Bojacá, Gachancipá, Tocancipá y Sopó)
con un total de 17 municipios que con el
tiempo los integraran al Distrito Capital, ¡que debacle! reitero el centralismo trae sobrepoblación y por
consiguiente ruina a la ciudad de Bogotá. El DANE, en los resultados del
censo, la llama «Región Metropolitana de Bogotá». Es claro que tal región metropolitana
gira alrededor de la ciudad de Bogotá, y la propuesta incluye a municipios
como Sibaté y La Calera, que no son parte de la Sabana de
Bogotá. Igualmente, la mayor parte del Distrito Capital en su forma rural, no
se encuentra geográficamente en la Sabana de Bogotá. Hay una propuesta de
creación del Área metropolitana de Bogotá y Soacha en el congreso, con el
cual compartirían planes de transporte público, servicios e infraestructura. El
16 de junio de 2020 fue aprobada por el Congreso de la República la creación de
la "Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca".

La capital de Colombia se le considera
como la ciudad metrópolis del país pero con cimientos inadecuados sin proyección
para ser una metrópolis, sus gobiernos se han caracterizado por la
improvisación, desorden urbanístico, caos en la movilidad, está condenada al
desorden y caos por su estructura en que está montada, y con un Concejo
Distrital inoperante y populista ya que siendo la máxima autoridad en materia
político administrativa, teniendo a su cargo ejercer el control político a la
administración de Bogotá y expedir normas para promover el desarrollo integral
de la ciudad y sus habitantes, en cumplimiento de los fines esenciales del
Estado social de derecho, no ha cumplido cabalmente con el propósito que fue constituida
desde sus inicio.
Esta nota no se trata de un tema moralista, ni
denunciar lo que todos ya sabemos y que estamos viviendo de alguna manera en la ciudad de Bogotá, ni tampoco pretendo
que lo vean como un escrito de género pasquín libelo (infamante contra alguien
o algo). El propósito es que tomemos conciencia de la destrucción que se va
desarrollando en la capital de Colombia. “Una sociedad que no satisface las
necesidades básicas de sus individuos, que no genera las condiciones para
mejorar su calidad de vida, que no protege el ambiente y que no ofrece
oportunidades para la mayoría, no es una sociedad sana” sentimos tristeza de la hecatombe de este país hermoso, que muchos
estados extranjeros lo anhelan por su diversidad climas y riqueza natural.
La
Palabra de Dios nos cita ; 1
Timoteo 2:1-15: 2 AMONESTO pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas,
oraciones, peticiones, hacimientos de gracias, por todos los hombres, 2 Por sus
gobernantes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y
reposadamente en toda piedad y honestidad. 3 Porque esto es bueno y agradable
delante de Dios nuestro Salvador, 4 El cual quiere que todos los hombres sean
salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad.
A la fecha de esta edición me llevo la sorpresa que el presidente Iván Duque promulgó este jueves la Ley
de Ciudades Capitales para fortalecer la descentralización en el país. La ley
también estará enfocada en los objetivos de desarrollo humano, social,
económico y ambiental. Los resultados del IPS constituyen un buen referente
para tener en cuenta al momento de focalizar políticas, programas y recursos en
los territorios que componen la ciudad y la población que los habita. A su vez,
es un instrumento valioso para que la Administración distrital y local pueda
medir el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible en la ciudad.
Se espera que no quede solo en el papel.
El Tiempo (https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM416435#:~:text=Seg%C3%BAn%20una%20encuesta%20realizada%20por,los%20datos%20obtenidos%20para%201995.)
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