SI....El Mundial de Brasil tiene su lado oscuro: para construir las instalaciones necesarias el Gobierno desplazó por la fuerza a miles de personas, convirtiendo el gran evento deportivo en un "desastre de política social y pública", según un experto.
1. Brasil es un país que se caracteriza por su espíritu de festejo, sin embargo protesta por una fiesta (mundial) y lo hace con justa razón.
2. El país realmente no gana el dinero suficiente con la organización del torneo, en comparación con el dinero invertido. Es la FIFA la que se lleva la mayoría de los ingresos. Beneficios económicos para la sede del torneo, no hay.
En Brasil, por ejemplo, los 11.000 millones de dólares que se han gastado en la organización del evento, en su mayoría de los bolsillos de los contribuyentes, han causado gran descontento en una población que asegura que ese dinero se hubiera podido invertir más en servicios públicos, inversión social, educación y salud. La agencia calificadora Moody’s aseguró hace un par de semanas que el máximo certamen del fútbol a nivel global tendrá un impacto “poco duradero y pequeño para la economía del país”. La calificadora agregó que solamente se beneficiarán el sector de alimentos, hotelero y de transportes, mientras que en el resto los efectos incluso serán negativos. Además cuenta como perjudicial las interrupciones en el tráfico y la pérdida de días laborales.
El banco suizo UBS añade a estos problemas, que también se puede afectar la producción industrial, la balanza de pagos y la inflación. Un estudio de la Fundación Getulio Vargas y la firma EY (Ernst&Young), estima que la organización del mundial ha tenido un impacto económico de 64.000 millones de dólares, pero solo 10.161 se han destinado a inversión directa para asegurar la infraestructura adecuada. El informe de UBS sostiene que el otro problema para el país es que la inversión solo se limitó a ciertas ciudades y estados. De las cerca de 90 obras incluidas como legado del Mundial de Brasil, 44 se entregaron terminadas, 15 incompletas y 32 serán concluidas después de la competición.
LA REALIDAD
DEL MUNDIAL
Brasil
estaba preparado para organizar un evento que es el mayor evento del mundo, por lo que mueve a su
alrededor y el impacto que tiene en todo el planeta. Su inauguración como
la mayoría observo en televisión fue en Sao Paulo, un estadio que no está terminado
y cuya construcción ha dejado atrás tres vidas humanas, que para el común de la
gente no le importa o lo ignora. “Es imposible que Brasil esté preparada para
el Mundial. Hemos hecho todo lo posible, pero no hemos llegado a tiempo”,
comentó días atrás Aldo Ribelo, ministro de deportes. La pobreza
económica y mental de la gran mayoría del pueblo siguen siendo los grandes protagonistas de sus calles, pero es
precisamente el pueblo el primero en protestar, el que ha decidido salir a la
calle ante lo que considera un atropello a sus derechos. Un evento que
les trae injusticia, un mundial que los llevara más a la pobreza; mientras que
la mayoría del planeta se gozan con los goles, ellos padecen hambre, que precio
paga la minoría por un “bien común” la fiesta del futbol. Las organizaciones de derechos humanos no
gubernamentales como Conectas estiman que unas 250.000 personas han sido desalojadas de
sus hogares por el Gobierno brasileño a causa de las nuevas obras públicas
relacionadas con la Copa del Mundo. Citando estas cifras, Anthony
Ling, un arquitecto de Brasil, escribe en un artículo publicado en 'The Daily Caller' que el evento
"se convirtió en un desastre de política social y pública" para
el país. "El intento de producir un "legado" no solo tiene un
costo financiero, sino también un costo social muy valioso, posiblemente la
mayor pérdida de todo lo ha generado la Copa del Mundo", opina él. El
impacto de la construcción frenética de las instalaciones para el Mundial se
siente más entre las capas más pobres de la sociedad, para las cuales el
campeonato de fútbol ha llegado a ser "sinónimo de desalojos, mudanzas y
demolición", observa Ling.
La mayoría de
los expulsados de sus viviendas son políticamente débiles, sus derechos de la
propiedad no son reconocidos por el sistema jurídico oficial, lo que hace que
sea fácil desalojarlos con ninguna o poca indemnización, explica Ilya Somin,
profesor de Derecho de la Escuela de Leyes de la Universidad Mason (Virginia,
EE.UU.). "No tiene ningún sentido el desalojo de la gente con el fin de
construir instalaciones costosas que suelen caer en desuso después de dos o
tres semanas del evento deportivo", manifiesta a través de un artículo
publicado en 'The Washington Post'. Pese
a estas cifras tan horribles, Brasil no es el campeón de los desalojos forzados
para eventos deportivos: China expulsó de sus hogares a unos 1,25 millones de
personas para dar paso a los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008. Con lo cual, el
profesor indica que en el futuro organizaciones como la FIFA y el Comité
Olímpico Internacional (no olvidemos que la mayoría de las directivas de
la FIFA son miembros o fueron del COI y que su sede queda en
Lausana, Suiza.) "deberían asignar los eventos solo a los anfitriones
que garanticen que podrían proporcionar las instalaciones necesarias sin
desplazar forzadamente a la gente de sus hogares". Veamos la siguiente
nota de actualidad.rt.com:
Numerosas familias han sido desplazadas de sus hogares en
las ciudades brasileñas sedes de la Copa del Mundo, debido a que en esos
lugares se realizaron grandes obras de infraestructuras. Si bien las autoridades brasileñas indemnizaron a los
propietarios de las casas expropiadas, muchos han denunciado que se les pagaron
sumas inferiores al valor real y ahora viven en peores condiciones.
" Yo había construido mi futuro, que era mi casa, con mucho esfuerzo. Y de
repente ellos vienen y nos hacen perder todo. Derribaron lo que era nuestro sin
pedir ningún permiso. Lo que me dieron no es ni la mitad del valor de la casa y
no alcanza para comprar otro inmueble", dijo a la BBC Jerónimo Sebastiao de Oliveira, uno de los
afectados de la localidad de Camaragibe, área metropolitana de Recife, en
el estado de Pernambuco. En la zona expropiada, el gobierno de Pernambuco lleva a
cabo dos obras de infraestructuras para facilitar el acceso al estadio Arena
Pernambuco, donde se jugarán cinco partidos del Mundial. Aproximadamente un
centenar de casas se expropiaron en Pernambuco, donde la Procuraduría General
ha atendido a los afectados con indemnizaciones que van desde 1.350 hasta
135.400 dólares, de acuerdo a una evaluación del terreno y la regularización
del inmueble. Sin embargo, muchas familias han recurrido a la Defensoría
Pública para mostrar su desacuerdo y han iniciado procesos legales contra el
gobierno de Pernambuco en demanda de una indemnización más justa. El procurador general de este estado, Thiago Arraes de Alencar Norroes,
reconoció que existen problemas en las expropiaciones en Recife porque no
existe una política de vivienda y "algunas personas quedaron en
situaciones difíciles". Añadió que "tenemos una copa y debemos tomar
algunas medidas en las ciudades sede. Pero no hay una política que resuelva
estos problemas, que ofrezca una vivienda a las personas desalojadas por estas
obras".
Por su parte, la relatora de la ONU para la vivienda adecuada, Raquel Rolnik,
visitó las ciudades sedes del Mundial y constató que existen irregularidades en
las expropiaciones. "De acuerdo con las leyes internacionales relevantes,
una persona jamás puede quedar tras una expropiación en una situación peor que
la que tenía antes, pero eso es lo que ocurrió", aseguró Rolnik. Pero el problema de las expropiaciones para la Copa del Mundo
no es exclusivo de Recife. Según la Asociación Nacional de Comités Populares de
la Copa, hubo centenas de desalojos en todas las ciudades que serán sede de la
competición, pero en muy pocos casos se ofreció la debida atención a las
familias. Mientras, en São Paulo, el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo de Brasil
ha levantado un precario campamento que alberga a unas 2.800 familias a pocos
kilómetros del Arena Corintios, un estadio que costó 450 millones de dólares,
para exigir al gobierno viviendas asequibles.
Según FIFA, el Mundial ha costado 12.000 millones de euros,
en los que no figuran fondo público alguno. Los gastos de adecuación de las
ciudades, según el máximo organismo del fútbol mundial, son proyectos que nada
tienen que ver con el desarrollo de la Copa del Mundo. Hablan de carreteras,
aeropuertos y otros servicios. Blatter se sigue defendiendo al
afirmar que FIFA no ha obligado a construir estadio alguno y que es el comité
organizador el que elige la manera y forma de desarrollar su Mundial (habría que ver el manual FIFA de requisitos para adjudicar una sede.) La defensa a las críticas recibidas continúan por parte de
FIFA, alegando que 800 millones de los 1.600 gastados de manera directa
por FIFA han ido a parar a empresas brasileñas. Además, habla de los
planes y legados que un Mundial deja en el país que lo organiza, poniendo
el ejemplo de Sudáfrica. Argumentos que no son suficientes para el pueblo
brasileño, que en su mayoría da la espalda al torneo. Sera que Colombia les va
hacer el favor al pueblo del Brasil de sacarlos del magno evento, cuando se pide a gritos que cese la horrible noche; cuanto antes quede eliminada la anfitriona de la Copa del
Mundo 2014, más beneficios traerá para la economía brasileña, según sostienen
algunos expertos.
Según la ley aprobada por las autoridades brasileñas para la
regulación del Mundial en el país, el Gobierno podrá declarar jornada no
laborable todos los días en los que juegue la selección nacional, informa Deutsche Welle. Por el momento no se puede predecir cuántos
de los 64 partidos del campeonato se llevarán a cabo con la participación de la
'canarinha', pero en caso de que Brasil llegue a la final, jugará un total de
siete encuentros. Para el país esto significaría siete días no laborables
adicionales a los establecidos por el calendario. Cada semana laboral corta le costaría
a Brasil unos 13.000 millones de dólares. La celebración del Mundial se promociona como un estímulo
para el crecimiento económico del país anfitrión, pero al parecer no siempre es
el caso. Un prolongado descanso de los brasileños puede provocar pérdidas
significativas para la economía nacional. Cada semana
laboral corta le costaría a Brasil unos
13.000 millones de dólares, según cálculos de la Confederación de Comercio
de Bienes, Servicios y Turismo de São Paulo. De acuerdo con el profesor de la
Escuela de Economía de la Fundación Getulio Vargas Samy Dana, los ingresos
adicionales que se obtengan en sectores como el hotelero y de restaurantes, no
compensarán las pérdidas en la economía nacional. "Incluso si uno u otro
sector obtiene ganancias, desde el punto de vista económico general esto no
compensará las pérdidas que el Mundial causará a la economía del país",
comentó Dana. Según datos divulgados en marzo de este año, el Gobierno brasileño
invirtió unos 7.500 millones de reales (unos 3.300 millones de dólares) en la
preparación de la Copa del Mundo. Sin embargo, "los proyectos de
importancia social que realmente impulsarían el crecimiento económico no
se realizaron", señala el profesor de la Universidad de Brasilia José
Matías-Pereira.
COMO MITIGA LA FIFA. Anunció que invertirá 20 millones de dólares en diferentes medidas, como la construcción de estadios ecológicos y la compensación de los gases contaminantes emitidos, para garantizar que el Mundial que Brasil sea sostenible, pregunta; si el gobierno de Brasil se han gastado 11.000 millones de dólares en la organización del evento, a quien están engañando; cuando un estudio de la Fundación Getulio Vargas y la firma EY (Ernst&Young), estima que la organización del mundial ha tenido un impacto económico de 64.000 millones de dólares, en que puede mitigar dicha suma el hueco fiscal que tiene el gobierno. La inversión fue anunciada en un acto en Río de Janeiro en el que la FIFA y el Comité Organizador Local (COL) del Mundial de 2014 presentaron su estrategia de sostenibilidad en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20. "La estrategia de la FIFA y del COL no sólo pretende mitigar los perjuicios, sino también maximizar los beneficios del Mundial 2014", aseguró la FIFA en un comunicado en el que admitió que el evento puede influir significativamente en la sociedad y en el medio ambiente ( y de que manera). El Mundial de Brasil, según el organismo, será el primero que contará con un planteamiento sostenible integral. De acuerdo con la entidad, la estrategia prevé la construcción de estadios ecológicos, la gestión de los residuos, la cooperación social, la reducción y compensación de las emisiones contaminantes, las energías renovables y la capacidad de desarrollo (se oye muy bonito). "El objetivo es, en definitiva, organizar un torneo que utilice los recursos de forma que se logre un equilibrio entre aspectos económicos, sociales y medioambientales", aseguró el jefe de Responsabilidad Social Corporativa de la FIFA, Federico Addiechi. El dirigente agregó: "Aspiramos a que se recuerde el Mundial de 2014 no solo por ser un torneo de fútbol fantástico, sino también por su gran legado social y medioambiental". Addiechi agregó que, para garantizar la sostenibilidad, es necesaria la cooperación de todas las partes interesadas, incluyendo las constructoras y los aficionados, "hablar es fácil cuando se engaña" porque la crispación popular la resumió a la perfección Joana Havelange, hija del que fuera presidente de FIFA durante dos décadas. “Lo que había que robar en Brasil ya está robado”, si lo dice la hija del capo de la FIFA. Y es que se habla de desviaciones de no menos de 10.000 millones de euros en obras a medio terminar y en estadios por rematar el día en que se iniciaba el Mundial.
Sigamos con esta parafernalia, aseguran que "El Mundial puede ser un revulsivo incomparable para cambiar las actitudes en favor de un estilo de vida más sostenible. Desde los grandes proyectos de construcción de estadios sostenibles hasta los sueños de los niños desfavorecidos que quieren ver a sus ídolos en el campo... este Mundial ya está cambiando Brasil", afirmó el exmundialista Bebeto, miembro de la junta directiva del COL y embajador de la FIFA. El secretario ejecutivo del Ministerio de Deporte de Brasil, Luis Fernandes, aseguró que los créditos públicos para la construcción de estadios están condicionados a que los escenarios sean sostenibles. Con todo esto solo puedo decir el refrán popular “amanecerá y veremos dijo un ciego”
La Copa del Mundo ya tiene un ganador. No es ni Alemania, ni Brasil, ni Argentina quien se lleva todos los premios; sin dudas, el gran campeón es la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación). Un estudio que realizó la consultora Deloitte reveló que la inversión publicitaria en la TV supera los US$2.900 millones, un récord mundialista, sin contar los US$3.500 millones que ya recaudó la misma entidad por derechos de explotación y esponsoreos. Es decir, que mientras Brasil, sede de la Copa del Mundo, afronta el Mundial más caro de la historia con un presupuesto de US$ 11.754 millones, cifra que duplica los US$ 6.000 millones asignados como presupuesto inicial, la FIFA se verá beneficiada con enormes sumas de dinero. Para colmo, y tal cual reconoció el Ministro de Deportes brasileño, Aldo Rebelo. Algo similar pasó en el anterior Mundial que se realizó en Sudáfrica. Al igual que en Brasil, el evento generó grandes esperanzas entre la población local: se habló de crecimiento económico, perspectivas y nuevos empleos. Sin embargo, de acuerdo el dossier “Mundial Brasil 2014: una fiesta (pero no) para todos” de la organización Solidar, en el balance final el costo para el Estado de Sudáfrica fue un 1.709% mayor de lo planeado. En lugar del beneficio esperado de casi 600 millones de euros, el país africano sufrió una pérdida de 2.300 millones. La FIFA y sus socios, por el contrario, se llevaron más de 2.500 millones de euros. Éste fue el mayor beneficio de su historia y supuso un aumento de un 50% sobre el de la Copa del Mundo 2006 en Alemania. En definitiva, prácticamente sin asumir riesgos, la gran ganadora es la FIFA. El Mundial está por empezar, pero en la tesorería de Zúrich, Joseph Blatter ya levantó la Copa.
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Por qué me nació hacer esta investigación por vergüenza ajena. Aunque me gusta el futbol y lo practique con el sueño de que algún día fuera profesional. Por encima de mis deseos y pasiones esta Dios y su Palabra dice: El que va tras la justicia y el amor halla vida, prosperidad y honra. Proverbios 21:21.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Mateo 5:6.
En verdad, Dios ha manifestado a toda la humanidad su gracia, la cual trae salvación y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en este mundo con justicia, piedad y dominio propio. Tito 2:11-12. Por último, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Filipenses 4:8
Hasta pronto.....
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